Si tienes que taladrar o agujerear metal por primera vez y no sabes como hacerlo correctamente, estás en el sitio indicado. A continuación vamos a enseñarte a taladrar todo tipo de metales de una manera rápida, sencilla y paso a paso.
Contenidos de la Página
Materiales necesarios para taladrar metal
- Taladro atornillador con velocidad variable
- Gafas de seguridad
- Brocas para metal
- Gránete
- Martillo
- Lubricante para metales
- Tornillo de banco
Cómo perforar metal con taladro paso a paso
A continuación te explicamos todos los pasos necesarios para taladrar metal, acero y hierro con los mejores resultados.
Preparación antes de taladrar acero, hierro o metal
Comenzar un proyecto de bricolaje que involucre metal puede parecernos complicado, pero no te preocupes. Aquí te traemos una guía sencilla y directa para ayudarte a taladrar metal de la forma adecuada.
Elegir la broca para agujerear metal adecuada

Para taladrar metal satisfactoriamente lo principal es escoger la broca adecuada. Para taladrar hierro, acero o la mayoría de metales utilizaremos las brocas de alta velocidad HSS o las de acero al carbono recubierto de nitruro de titanio (TiN).
Si lo que queremos es taladrar metales de gran dureza deberemos utilizar brocas de cobalto, de esta manera nos aseguraremos de poder perforar en materiales duros como el acero inoxidable con facilidad.
Asegurar la pieza de metal a taladrar

A no ser que queramos taladrar un objeto metálico grande y pesado o una pared o estructura metálica, deberemos asegurar nuestro trabajo. Es muy importante que sujetamos bien la pieza que queremos taladrar, ya sea en grabándola a tu mesa de trabajo o sujetándola con un tornillo de banco.
Si no aseguramos nuestra pieza correctamente se podrá mover durante el perforado, poniendo en riesgo nuestra seguridad.
Taladrar el metal paso a paso
- Preparación de la superficie: Antes de empezar, asegúrate de que la superficie metálica esté limpia y libre de óxido o suciedad. Un paño húmedo con un poco de alcohol isopropílico puede ser muy útil. Limpiando la superficie, no solo garantizamos una perforación precisa, sino que también cuidamos nuestras herramientas.
- Elige el taladro y la broca adecuada: Para el metal, es crucial seleccionar un taladro potente y una broca específica para metal. Las brocas de cobalto o titanio son especialmente recomendadas para esta tarea debido a su durabilidad y resistencia.
- Marca el punto de perforación: Con un rotulador o un punzón, marca el lugar exacto donde deseas realizar el orificio. Esto garantizará precisión y evitará deslizamientos indeseados.
- Prepara tu espacio de trabajo: Asegúrate de tener un entorno de trabajo seguro. Utiliza gafas de protección y guantes para protegerte de las virutas que pueden saltar durante el proceso.
- Uso de lubricante: Un poco de aceite lubricante en la zona de perforación facilitará la tarea, reduciendo la fricción y evitando el sobrecalentamiento de la broca. Esto, a su vez, prolongará la vida útil de tu herramienta.
- Comienza a taladrar con precaución: Mantén una velocidad moderada y constante, ejerciendo una presión firme pero controlada. Es esencial no apresurarse. Si notas que la broca tiene dificultades, retrocede un poco y luego continúa.
- Finaliza y limpia: Una vez que hayas terminado de taladrar, retira las virutas y residuos de la superficie. Puedes usar un cepillo o un paño húmedo para ello.
Taladrado en chapa fina
Taladrar chapa fina puede ser un desafío distinto al de trabajar con metales más gruesos. La chapa, debido a su delgadez, tiene el riesgo de deformarse o rasgarse si no se maneja correctamente. Es fundamental recordar que, al trabajar con chapa fina, la delicadeza y la técnica son tus mejores aliadas.
- Preparativos iniciales: Al igual que con cualquier proyecto, empezar con una superficie limpia es esencial. Asegúrate de limpiar bien la chapa y retirar cualquier residuo o grasa que pueda interferir con el taladrado.
- Herramientas adecuadas: Elige un taladro de velocidad ajustable y una broca específica para metal. En el caso de chapas finas, es recomendable usar brocas más afiladas para obtener un corte limpio.
- Uso de un soporte: Coloca un trozo de madera o metal debajo de la chapa. Esto brinda soporte y previene que la chapa se deforme o rasgue al ser perforada.
- Marca tu objetivo: Antes de comenzar, marca con precisión el punto donde deseas perforar. Puedes usar un punzón para hacer una pequeña muesca que guíe la broca y evite que esta resbale.
- Ve despacio: Al tratarse de un material fino, no es necesario aplicar mucha presión. Comienza taladrando a baja velocidad y aumenta poco a poco si es necesario. La paciencia es clave para obtener un orificio limpio y sin bordes afilados.
- Lubricación: Aplica un poco de aceite lubricante en el punto de perforación. Esto no solo facilita el taladrado, sino que también evita el sobrecalentamiento y desgaste prematuro de la broca.
- Finalización: Después de taladrar, es posible que queden rebabas en los bordes del orificio. Utiliza una lima fina o papel de lija para suavizar estos bordes y obtener un acabado más limpio y seguro.
Taladrado de tubos metálicos
Este tipo de tarea tiene sus propios desafíos, ya que no solo debemos considerar la naturaleza del metal, sino también la forma cilíndrica del tubo. No obstante, con el enfoque y las herramientas adecuadas, el proceso puede ser llevado a cabo con éxito. Acompáñanos en este recorrido para aprender a hacerlo correctamente.
- La estabilidad es primordial: Al tratarse de una forma cilíndrica, es esencial que el tubo esté bien sujeto para evitar que ruede o se desplace. Utiliza mordazas o tornillos de banco para sujetar firmemente el tubo en su lugar. Si dispones de almohadillas de goma, colócalas entre el tubo y las mordazas para proteger el acabado del metal.
- Marca el punto a taladrar: Usa un rotulador o un punzón para marcar el lugar exacto. Debido a la forma redonda del tubo, es útil hacer una pequeña muesca con un punzón para que la broca no resbale al iniciar el taladrado.
- Selección de herramientas: Elige una broca de buena calidad, específica para metal. Dependiendo del grosor del tubo y del tipo de metal, puede que necesites brocas de cobalto o titanio.
- El ángulo es crucial: Mantén el taladro perpendicular al tubo para asegurar un orificio recto. Si el ángulo no es el correcto, podrías obtener un orificio inclinado o, incluso, dañar el tubo.
- La lubricación es tu amiga: Un buen lubricante facilitará el taladrado, reducirá la fricción y evitará el sobrecalentamiento. Aplica un poco en el área a taladrar antes y durante el proceso.
- Inicia con precaución: Comienza con una velocidad baja, especialmente si has marcado una muesca guía. Una vez que la broca esté correctamente posicionada, puedes aumentar gradualmente la velocidad.
- Revisa y alisa: Tras completar el taladrado, es probable que encuentres algunas rebabas en el interior o exterior del orificio. Puedes utilizar una lima o papel de lija para suavizar esos bordes y obtener un acabado profesional.
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Como perforar el metal en imágenes
¿Con qué velocidad y presión se debe taladrar metal?
Taladrar metal con precisión y seguridad requiere equilibrar adecuadamente la velocidad y la presión aplicadas.
Velocidad del taladro:
- Metales blandos como el aluminio: Suelen requerir velocidades más altas. No obstante, si el aluminio se pega a la broca, conviene reducir la velocidad.
- Metales más duros como el acero inoxidable o el hierro: Se benefician de velocidades más bajas. Una velocidad reducida disminuye el riesgo de sobrecalentamiento y desgaste prematuro de la broca.
Presión aplicada:
- Metales blandos: La presión debe ser moderada. Aplicar demasiada fuerza puede causar que el metal se deforme o que la broca se atasque.
- Metales duros: Es necesario ejercer una presión firme pero controlada. Sin embargo, hay que evitar forzar demasiado la herramienta, ya que esto puede dañar la broca o el propio taladro.
¿Es necesario lubricar al taladrar metal y, de ser así, qué tipo de lubricante es recomendable?
Sí, al taladrar metal, es altamente recomendable usar lubricantes. La lubricación cumple varias funciones vitales:
- Reduce la fricción: Al disminuir la fricción entre la broca y el metal, se facilita el proceso de taladrado, permitiendo un corte más limpio y eficiente.
- Evita el sobrecalentamiento: La fricción genera calor, y el sobrecalentamiento puede desgastar prematuramente la broca y alterar las propiedades del metal. La lubricación ayuda a disipar ese calor.
- Extiende la vida útil de la broca: Gracias a la reducción de la fricción y el calor, la broca sufre menos desgaste, lo que prolonga su durabilidad.
- Mejora el acabado: Un buen lubricante puede ayudar a obtener un orificio más limpio y libre de rebabas.
Ahora bien, en cuanto a qué tipo de lubricante es recomendable, aquí te dejamos algunas opciones:
- Aceite de corte: Es uno de los lubricantes más comunes para taladrar metal. Está especialmente formulado para este tipo de trabajos y puede encontrarse en tiendas de bricolaje o ferreterías.
- Grasa de corte: Es más espesa que el aceite y se adhiere mejor a la broca, lo que puede ser útil en trabajos más prolongados o en metales especialmente duros.
- Talco o jabón: Aunque puede sonar extraño, en ausencia de otros lubricantes, una barra de jabón o talco puede ser frotada en el área a taladrar para reducir la fricción.
- Soluciones emulsionables: Son mezclas de aceites en agua que, además de lubricar, ayudan a enfriar el área de trabajo.
- Lubricantes en aerosol: Estos productos son fáciles de aplicar y ofrecen una cobertura uniforme, aunque es posible que debas reaplicarlos con más frecuencia que otros lubricantes más viscosos.
¿Cómo garantizo mi seguridad y la del material durante el proceso de taladrar en metales?
Garantizar la seguridad durante el proceso de taladrado es esencial, no solo para protegerte a ti mismo sino también para asegurar la integridad del material con el que trabajas
1. Equipo de protección personal (EPP):
- Gafas de seguridad: Protegen tus ojos de las virutas y partículas metálicas que puedan saltar durante el taladrado.
- Guantes: Deben ser de un material resistente que te proteja de posibles cortes sin comprometer la destreza.
- Calzado adecuado: De preferencia, zapatos de seguridad que protejan tus pies de objetos pesados o puntiagudos.
- Protección auditiva: Especialmente si vas a trabajar durante períodos prolongados o con herramientas especialmente ruidosas.
2. Preparación del área de trabajo:
- Iluminación: Asegúrate de que tu espacio de trabajo esté bien iluminado. Una buena visibilidad es crucial para trabajar con precisión y seguridad.
- Superficie estable: Utiliza un banco de trabajo o una superficie plana y estable. Si es necesario, fija el metal con prensas o mordazas para evitar que se mueva.
3. Herramientas en buen estado:
- Asegúrate de que el taladro y las brocas estén en perfecto estado y bien afiladas. Una herramienta desgastada o defectuosa puede ser una fuente de accidentes.
4. Velocidad y presión adecuadas:
- Como mencionamos anteriormente, la velocidad y la presión deben ser ajustadas según el tipo de metal. Un control adecuado evita el sobrecalentamiento y posibles deformaciones en el material.
5. Evita ropa suelta o joyas:
Estos pueden quedar atrapados en el taladro o en otras herramientas rotativas, representando un peligro significativo.
6. Conoce tu herramienta:
Antes de comenzar, familiarízate con el taladro, sus funciones y cómo detenerlo rápidamente en caso de emergencia.
7. Mantente enfocado:
El trabajo con herramientas eléctricas requiere tu atención completa. Evita distracciones y asegúrate de estar en un estado físico y mental adecuado para el trabajo.
8. No fuerces la herramienta:
Si sientes resistencia o notas que algo no va bien, detente y verifica. Forzar la herramienta puede causar daños en el material o en la broca, y aumenta el riesgo de accidentes.
9. Almacena las herramientas adecuadamente:
Una vez finalizado el trabajo, guarda el taladro y las brocas en un lugar seguro, lejos del alcance de niños o personas no capacitadas.
¿Qué hacer en caso de que la broca se atasque o el metal se sobrecaliente?
Enfrentarse a situaciones imprevistas, como el atasco de una broca o el sobrecalentamiento del metal, es común en el mundo del bricolaje. A continuación, te explicamos cómo actuar en cada caso:
Cuando la broca se atasca:
Es una situación que puede suceder, especialmente cuando se trabaja con metales duros o con brocas que no están adecuadamente afiladas. Si te encuentras con una broca atascada:
- Detén la herramienta inmediatamente: Antes que nada, asegúrate de detener el taladro. Esto previene daños adicionales tanto en la herramienta como en el material.
- Desconecta la fuente de energía: Ya sea que estés usando un taladro con cable o inalámbrico, es importante desconectarlo para garantizar tu seguridad al intentar solucionar el problema.
- Evalúa la situación: Antes de actuar, observa cómo y dónde está atascada la broca. Esto te ayudará a decidir el mejor enfoque para liberarla.
- Usa alicates o pinzas: Con mucho cuidado, y usando alicates o pinzas, intenta girar suavemente la broca en sentido contrario para liberarla. Si sientes resistencia, no fuerces demasiado para evitar dañar la pieza.
- Revisa la broca y el material: Una vez liberada, verifica el estado de la broca. Si muestra signos de desgaste o daño, es aconsejable reemplazarla. También, inspecciona el material para asegurarte de que no haya sufrido daños.
Si el metal se sobrecalienta:
El sobrecalentamiento puede alterar las propiedades del metal y dañar la broca. Si notas que el metal se está calentando demasiado:
- Detén el proceso: Al primer signo de sobrecalentamiento, detén el taladrado para permitir que el metal y la broca se enfríen.
- Deja enfriar el metal: No intentes acelerar el enfriamiento usando agua o cualquier otro líquido, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden deformar o dañar el metal.
- Aumenta la lubricación: Una de las principales causas del sobrecalentamiento es la fricción. Asegúrate de estar utilizando suficiente lubricante y de que este sea el adecuado para el tipo de metal con el que estás trabajando.
- Ajusta la velocidad y la presión: Tal vez estés aplicando demasiada presión o la velocidad del taladro sea muy alta. Ajusta estos parámetros según las necesidades del material.
- Verifica la broca: Una broca desafilada o no adecuada para el tipo de metal puede ser la causa del sobrecalentamiento. En ese caso, reemplázala o afílala según corresponda.